SAMATO

Por Santiago Martinez Torres

¡TODOS SOMOS IGUALES!

Voy a confesarles que en los momentos difíciles como este aparece lo mejor y lo peor de todos los seres humanos.


Olvidan que todos nacimos iguales, de un seno materno y totalmente desnudos, además de actuar con un mismo síntoma, un grito y llanto ante un mundo desconocido, hasta que nos depositan con nuestra madre para sentir los latidos a los que durante nueve meses nos acostumbramos. Después y al final de nuestro ciclo, y según las diferentes formas de pensar de cada quién nos despedimos de este mundo y nos vamos tal como venimos, sin nada. Lo cual nos recuerda de nuevo que nuestro principio y final es el mismo.


Es por eso que me niego a entender que uno de los principales objetivos de diferentes personajes con trascendencia, se dediquen a dividir a la sociedad, con frases tan lapidarias, como: «Si no están conmigo, son mis enemigos» o bien enfrentando o señalando culpables dentro de la sociedad de una nación contraponiendo a: pobres y ricos, empresarios con trabajadores, educados o universitarios con analfabetos, ejecutivos con oficios, y así seguimos dividiendo a la sociedad, diferenciando la y enemistando, cuando la realidad es que no nos quede la menor duda, todos sin excepción nos necesitamos.


Así que de nuevo y en mis reflexiones con todos ustedes, yo me gustaría dejar claro, que el ser humano está condenado a entenderse, a actuar de acuerdo a su conciencia, a vivir de acuerdo a sus principios, a gozar de su libertad, a ser responsable de sus decisiones y sobre todo y por encima de cualquier circunstancia a respetarse entre todos para poder tener una sociedad capaz de vivir en armonía, independiente a sus creencias religiosas o políticas. No olvidemos la frase de Benito Juárez, que nos marcó una directriz: «El respeto al derecho ajeno es la paz».


Creo que esto es suficiente para entender que «NO» queremos, señalamientos, venganzas, odios, rencores, temores, altercados, miedos, guerras, blasfemias o cualquier otra acción que nos divida o enfrente.
UNIDAD, debe ser la palabra que nos una y nos de una verdadera esperanza de futuro.


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