SAMATO

Por Santiago Martinez Torres

TIEMPOS DIFÍCILES.

En estos tiempos difíciles, muchas personas nos refugiamos por medio de la oración, de estas peticiones etéreas en las que depositamos nuestras esperanzas para que se rompa la mala racha y vengan tiempos mejores.

En su día y también cómo parte de mi quinto libro, cree una oración que no estuviera basada en ninguna religión concreta, lejos de los estándares más usados por los diferentes creyentes, yo diría incluso incluidos los ateos. Esta fue y espero les guste, mi oración:

“Padre-Madre, Creador de todo el Universo, de todo lo conocido y desconocido, autor material de nuestra existencia a través de la energía de la vida, te pido puedas despertar nuestra conciencia y permitas nuestro nuevo renacer. Haz brillar Tu Luz dentro de nosotros, entre nosotros, y fuera de nosotros para que podamos hacerla útil, ayúdanos a alejar de nuestras almas la oscuridad.

Permítenos seguir nuestro camino respirando tan solo el sentimiento que emana de Ti, haz que podamos amar a nuestros semejantes en la misma forma que debemos amarnos a nosotros mismos.

Que Tu deseo y el nuestro, sean uno solo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las sociedades.

Haznos sentir el alma del planeta Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo. No permitas que nuestro libre albedrio se embrutezca y destruya el mundo que habitamos y dónde estamos destinados a vivir en perfecta armonía.

No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento, apague nuestra conciencia y no la deje despertar a la realidad de cada día.

No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la Gloria del Universo, renueva día con día nuestros votos y voluntad de crear siempre un mundo mejor, no solo para nosotros sino para nuestra descendencia.

Que Tu amor esté solo donde crecen nuestras acciones. Que así sea.”

Espero les guste y les sirva como un punto de meditación que les permita entender que somos parte de un todo, llamado Universo y que ese todo también es parte nuestra, entiendo la creación cómo el creador en si mismo y que todo es Él mismo.

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