SAMATO

Por Santiago Martinez Torres

Enfrentar la verdad es más fácil, que tratar de taparla con una mentira

Cuantas veces hemos comentado: Yo no miento, a veces me veo obligado a decir mentiras piadosas. Claro esto siempre lo justificamos con frases típicas cómo; “no estaba preparado para que le contará la verdad”, “sinceramente no pude”, “le hubiera hecho mucho daño, la verdad fue lo mejor para todos”. Todas estas justificaciones para poder darnos un baño de realidad a la hora de decir una mentira no sirven, todos sabemos que los hechos por sí solos se encargan de aparecer en el momento más inoportuno y de la manera más inverosímil. La frase de “es más fácil descubrir a un mentiroso que a un cojo”, no está dicha a la ligera, tiene un fondo real y es que la verdad más temprano que tarde aparece y se deja descubrir. Personalmente les recomiendo, que antes de mentir es mejor callar, y en caso de que te pregunten, se puede contestar: “somos de opiniones diferentes, es mejor no discutir”.

Además, imagínense por un momento, el tratar de recordar momentos de su vida, cuando los actuaste y aseguraste, siendo mentira, podrás siempre acordarte de lo que realmente no hiciste o dijiste, difícil, llevar un archivo en el disco duro del cerebro para llevar un archivo de mentiras clasificadas. Cuantas veces hemos comentado con nuestros amigos, no le digas nada, no me gustaría que fuera, en vez de la verdad, vamos a ir a tal lugar y prefiero o quiero ir solo con mi amigo o amiga, ya sea en singular o plural. Esta claro que negar nos cuesta, solo imaginemos cuantas veces hemos accedido a peticiones de cualquier tipo por no saber decir no, quizás la más popular: “La última y nos vamos”. Y así encontraremos otras con la misma fuerza que nos hace víctimas, solo por no sabernos negar. Este tipo de situaciones, cuando las llevamos al termino familiar, padres, esposa o hijos se vuelve todavía más difícil, ya que la convivencia con ellos siempre va a depender de la confianza que haya entre todos. Creen que puede haber confianza si las relaciones están enlazadas por las mentiras, siento que es muy difícil y que es por eso hoy en día existen tantas separaciones de todo tipo o tantas recriminaciones por no ser la persona que realmente somos.

Soy quizás muy dramático al señalar que los verdaderos fundamentos de una persona para recorrer su camino en la vida dependen en gran manera a ser una persona que siempre habla con la verdad y que sus palabras están totalmente ligadas a su forma de actuar, se debe ser congruente y coherente. Este tipo de personas, viven de forma diferente, a pesar de que en algunas ocasiones puedan llegar a ser poco valorados, a muchos no les gusta oír la verdad sobre quienes son en realidad o cómo actúan en su “modus vivendi” mientras les vaya bien sin importar el daño que puedan hacer, el cual ampliamente justifican con frases hechas cómo: “No había de otra, me vi obligado”. Así y en un plano más amplio y de repercusiones que perjudican a todo un planeta cómo la tierra, oímos declaraciones, por ejemplo, del gobierno chino, comentando que están combatiendo la polución, pero que deberemos esperar unos 20 años más para que se note realmente en el medio ambiente, todo justificado por el hecho de tener que generar empleos para sus habitantes. También `podríamos decir lo mismo de EE. UU., Inglaterra e incluso Brasil al justificar la tala del Amazonas. Así nos podríamos pasar horas, sobre todo si entramos en el sector de la política, donde la mentira es el arma favorita para conseguir el voto. En fin, al final seremos nosotros los que tenemos que decidir si vivir en la verdad o en la mentira, y si seremos capaces de soportar las consecuencias que representan cada una de ellas.

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