Compromiso

Estado-Giros negros

La situación que se genera entre el estado y los giros negros no es nada agradable, sobre todo en regiones afectadas por diferentes situaciones generadas por la delincuencia y la corrupción. Este tema se agrava cuando las elecciones deciden un cambio de partido. La herencia para el nuevo gobierno es una lápida difícil de enmendar, la desconfianza que genera la estructura con la que se cuenta tiene que ser observada con lupa y actuar con autoridad en un ambiente de 0 tolerancia.

Rudolph Giuliani se encontró en el año 1993 a la ciudad de Nueva York, sumida en un caos, una estadística con más de 2000 asesinatos, la puesta en marcha de su plan tolerancia 0, genero después de una década, que la cifra se redujera a menos de 700, en 2014 solo fueron 333, todo un éxito, que el propio alcalde manifestó que el resultado se dio al ejercer su idea de: “poner orden”.

Pongo este ejemplo real, porque se me hace fácil comparar esta ciudad con el Estado en el que vivo, que es Veracruz. ¿Qué se encontró y heredo el actual gobernador electo Miguel Ángel Yunes, cuando asumió su cargo después de las administraciones de Fidel Herrera y Javier Duarte? Un análisis profundo nos llevaría a entender que el estado se encontraba patas arriba, infraestructura de baja calidad, economía deficitaria, deudas impagables, partidos políticos enfrentados, narcotráfico, delincuencia y corrupción en su máxima expresión, problemas iniciales, que no totales, difíciles de enfrentar. Quizás la respuesta para encontrar una solución, sea la misma que la de Giuliani, empezar a poner orden.

Que repercusión tiene todo ello con los mal llamados giros negros, una palabra que encuentro ofensiva y que debería ser solo empleada para aquellos negocios que actúan fuera de las leyes, que la creencia general siente que todo el índice de corrupción, delincuencia y narcotráfico se genera o se da a través de ellos, al igual que de los taxistas, transporte público, tienditas de barrio y un buen número de variedades distintas que se usan en pro y para la delincuencia. En ningún momento se les otorga el reconocimiento de la duda, se da como hecho, sobre todo en los giros negros, que estos centros de diversión son los epicentros de cualquier acto asociados a estas enfermedades sociales que sufrimos todos los ciudadanos. Esto a todas luces genera un acto de inseguridad pública. Por lo que es completamente normal que esta dependencia generalice sus operativos y estrategias en base a este tipo de establecimientos, independientemente de que sean o no culpables.

Voy a ser honesto al decir, que guardo un profundo respeto por mis autoridades, elegimos democráticamente en nuestros municipios y estado, por lo que, los que amamos la democracia como un acto de libertad nos sentimos fieles a las personas electas, sin importar su partido. Es por ello que acepto cualquier acción, aunque ello me pueda perjudicar como empresario o ciudadano, que se tome para erradicar los males de un municipio, estado o país. La forma, es en lo que discrepo, las autoridades no pueden demeritar ni intimidar a sus semejantes por el hecho de tener poder o sentirse amparados y superiores a los demás, el trabajar en los llamados giros negros, no nos hace delincuentes. La humildad, el convencimiento en el método, son armas que deben usar para crear el compromiso conjunto y conseguir el apoyo general que podrá ayudar a realizar los objetivos previstos. Se nos puede investigar y hasta señalar, pero no culpar sin pruebas, somos muchos los que estamos a favor de un Veracruz limpio y por ende confabulados en esta misión con nuestras autoridades.

 

Hablando específicamente de Veracruz, lugar del que me siento parte, debemos entender después de doce años que se debe conseguir como primer paso la confianza absoluta en nuestras autoridades, está es una situación que no depende de las noticias de ocho columnas, que requiere de hechos reales, de saber escuchar antes de dictaminar, de buscar verdaderos culpables antes de hacerlos sin serlos, de crear resultados reales antes de inventarlos, de aplicar la ley a todos por igual sin excepciones, de hacer entender que nos hallamos ante un nuevo ejercicio de claridad y trasparencia en donde todos somos iguales. Las bases actuales de los cuerpos entregados a la seguridad deben tener también un operativo que extirpe a todos aquellos que se quieran aprovechar de un puesto de trabajo que les da una autoridad que ellos mismos no respetan, sobre todo teniendo en cuenta el ejercicio de ley de cada uno de estos cuerpos.

Hoy y siento decirlo de nuevo, los mal llamados giros negros, somos de los más afectados en esta nueva etapa en la que se quiere poner orden, los que laboramos en ellos, debemos enfrentar este problema, a pesar de que se nos trata como si fuéramos verdaderos malandros, no darle la espalda, cooperar en todo lo que se pueda con las autoridades, exigiéndoles claridad en sus acciones y operativos, haciéndoles entender que si hacen bien las cosas, todos somos beneficiados por estas acciones. Es imposible que en este tipo de establecimientos conozcamos a todos los clientes que nos eligen para pasar un rato, tomar una copa y divertirse, pero si somos conscientes, de que si hay operativos realizados de acuerdo a la ley, con educación y respeto para el establecimiento, clientes y empleados, los delincuentes sean del tipo que sean, aunque sean desconocidos para nosotros, dejaran de ir, si esto sucede, los ciudadanos sabrán que pueden salir de nuevo a las calles y a nuestros negocios con absoluta tranquilidad y todos sin excepción experimentaremos el Veracruz que deseamos y añoramos.

Debemos hacer entender a las autoridades que los quebrantadores de la ley, no solo están en los giros negros, están en todas partes, en los bancos, cajeros automáticos, plazas comerciales, en los eventos sociales, taxis, transporte público, asaltando casas habitación, robando autos, calles, barrios, no hay lugar resguardado para evitarlos, se mueven a su antojo, ya sea por falta de vigilancia o muchas veces incluso amparados por gente corrupta dentro de las mismas autoridades, cansadas de apresar y de ver como salen impunes, la ciudadanía que denuncia tampoco entiende como a pesar de la fragancia de los delitos, ve como las cárceles se vacían y además son amenazados en sus vidas personales y familiares.

Si, y es una afirmación convencida, que está claro, debemos empezar por poner orden, pero primero en casa, menos acciones populares y de noticias amarillistas, más acciones a lo mejor de menos popularidad, pero de acciones directas y significativas, poner orden primero en casa, para después poner el mismo orden en las calles.

Por último, repito y reitero, estoy de acuerdo con mis autoridades, me añado por convencimiento a cualquier campaña que nos aporte una mejor vida, que nos permita trabajar y seguir adelante para poder labrarnos un futuro para nosotros mismos y nuestras familias, solo pido raciocinio y congruencia en sus acciones para coadyuvar a hacer un Veracruz mejor. Con la ayuda de todos, si se puede.