Cataluña decidió su futuro.
Antes de generar cualquier comentario debo confesar que no me gustan las fronteras; soy partidario de un mundo global, en que las regiones por cultura histórica y tradición tengan sus propias administraciones, utilizando sus recursos en el bienestar general de sus habitantes. También admito que dependiendo de su ubicación y siendo parte de un país haya un porcentaje de los impuestos que vayan a parar a las arcas de la nación en pro de un beneficio general.
Los resultados de este 21-D, creo, que es un mensaje contundente al Gobierno español del pueblo catalán que acudió multitudinariamente a las urnas, fueron 4.360.843 votos contabilizados, registrando un 81,94 % de participación.
El partido ganador en votos fue Ciudadanos de Inés Arrimadas con 1.102,099 votantes que le proporcionaron un total de 37 escaños en el Parlament, resultado insuficiente para poder acceder a la presidencia del Gobern.
El panorama es más claro para los llamados independentistas, solo JxCat, ERC y la Cup, este último el organismo más radical, suman y así lo han querido hacer ver los medios y los mismos partidos, 2.063.361 votos para un total de 70 escaños creando una mayoría absoluta en lo que será el nuevo Parlamnet. La pregunta es : ¿Qué pasará si deciden que Puigdemont debe seguir como presidente de la Generalitat?
El partido socialista y CatComú se han tenido que conformar con estar en las urnas, ya que sus votos y escaños en ningún momento decantaran la balanza para uno u otro bando. El gran perdedor ha sido el PP que a perdido parte de sus seguidores, un fuerte indicio de la repudia generalizada a Rajoy y sobre todo a su tozudez para la imposición del 155 en alianza con Ciudadanos y PSOE, la suma total de todos ellos solo llega a sumar 58 escaños, muy lejos de tener mayoría o de representar la convicción de los catalanes. Es importante entender que la contienda no a tenido equidad para aquellos partidos que tienen fuera del país a sus líderes o bien en la cárcel. Además de una publicidad agresiva desde el gobierno español ante situaciones como el pago de pensiones y retiro, ademas de la inestabilidad para el regreso de las empresas que has salido de Cataluña.
Algo importante ocurrió ayer independiente a las votaciones y fue el discurso ofrecido por la ganadora del 21-D, se olvidó por completo dónde estaba, ella dejo la duda en todos nosotros de si realmente se siente catalana, o representa una facción de la propia región integrada por todos los inmigrantes que a lo largo de los años se han integrado en nuestras cuatro provincias en busca de trabajo y nuevas oportunidades, sin acabar de aceptar nuestra historia y nuestra cultura, todo su mensaje se produjo en castellano en el cisma de unas elecciones catalanas. Hoy creo que todo el mundo sabe que esta inmigrante nacida en Cádiz el 3 de Julio de 1981, la menor de 5 hermanos de la familia Arrimadas, oriunda de Salmoral en la provincia de Salamanca, con vínculos familiares franquistas a través del primo de su padre, Moisés, que fue gobernador civil franquista de las provincias de Cuenca y Albacete, no se siente realmente catalana sino totalmente española.
No se trata de desmerecer a nadie, sino de ubicar la realidad, de entender que en Cataluña hay facciones dentro de la sociedad, sobre todo en las zonas más pobladas que no tienen los orígenes de nuestra tierra y por ende se sienten españoles antes que catalanes, no a la inversa como debería ser tras ser acogidos en una tierra que solventa sus necesidades de vida y que los acoge como hijos de la misma.
Por su parte el expresidente Carles Puigdemont se ha pronunciado desde su exilio voluntario desde Bruselas que Cataluña se ha pronunciado en contra de la aplicación del 155, la derrota del gobierno español es clara en este sentido, la política no se puede imponer con miedo, ni con cárcel ni a través del poder, la pollita es convicción y convencimiento, la política es el pueblo en si mismo. Hoy el gobierno debe buscar fórmulas de acercamiento para poder conseguir el perdón de un pueblo, regresar a Cataluña a lo que realmente es y escuchar sus reclamos, empezando por los de libertad para sus políticos que son mayoría y han participado en estas elecciones obteniendo una mayoría indiscutible, para en forma posterior entrar en detalles para un gobierno que asegure la estabilidad y el crecimiento de Cataluña.
Febrero se acerca a pasos agigantados, en un abrir y cerrar de ojos, el Parlament deberá elegir a su presidente, Puigdemont fuera del País y Junqueras en la cárcel, esperemos que estas situaciones que conciernen a los independentistas se puedan solventar y Rajoy y compañía decidan evitar mayores conflictos una vez que saben que han sido totalmente derrotados en las urnas, de forma democrática y con la manifestación de un pueblo que quiere que haya justicia real, no ficticia y según su conveniencia.
Personalmente creo que debe abolirse el 155 e iniciar un periodo de negociaciones en dónde se busque la paz y lo mejor para todos los catalanes sin excepción.
“Podrán callar nuestras voces, jamás podrán asesinar nuestros sentimientos”
¡¡ Visca Cataluña ¡!
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