“Al despertar tu decides la actitud con la que vivir tu día”

La vida hoy se vive día a día, son 24 horas que se te dan para que decidas cómo puedes disfrutarlas o bien malgastarse, en las actuales circunstancias, hoy estás vivo, mañana no depende de ti, son las circunstancias, los momentos y el destino que hacen que todo cambie en cuestión de segundos. Es por ello que al despertar te acaban de hacer el mejor regalo posible, estás vivo y en ti está la decisión de que vas ha hacer a partir de ese momento, debes elegir con cuidado para que al final y antes de que abras las sábanas de tu cama recuerdes que lo has pasado realmente cómo esperabas, sintiéndote satisfecho y habiendo aprovechado todos y cada uno de los segundos gastados. Vamos a iniciar de nuevo, has despertado y te enfrentas a tu propia imagen en el espejo del baño, es ahí dónde se debe producir el instante mágico esperado, vas a decidir de qué forma vas a enfrentar tus próximas horas, vas a tener que impregnar optimismo desbordado, porque puede ser maravilloso, tu actitud te llevará a olvidar el pasado, vivir el presente, darle valor a todo lo que está a tu alrededor, a generar una sonrisa a todo aquel sin excepción que se te pare delante de ti, no hay enemigos, no hay negatividad, rencores, odios, malas vibras, enojo, fastidio, repulsión, antipatía, la verdad es que no tienes tiempo para estas simplezas que ensucian tus pensamientos y tu alma, se que es difícil, pero hay que intentarlo y hacerlo posible, solo las energías positivas formarán parte de tu decisión para que todo sea como desees, no podemos malgastar sobre todo este regalo tan maravilloso que nos hace nacer cada día una vez más, una y otra vez recordándonos que no somos eternos.

Debemos entender que pase lo que pase debemos vivir, recordar que el tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido, hay que vivir el momento y dejar que la vida nos sorprenda, que nos muestre que cada día se aprende y que es mejor ver nuestro presente que estar atado al pasado o hipotecado por el futuro. Hoy es hoy y está medido, no se puede ni hacer más corto ni más largo, es cuando aprendes que no puedes malgastarlo lamentándote por lo que la propia vida no te ha dado, o disfrutando por lo que verdaderamente tienes y que a veces no aprecias lo suficiente, parece cómo si fuera tuyo sin más ni más, sin pensar que está ahí y que debes saber que es de tu uso, que le tienes que sacar el máximo provecho para que te pueda dar la satisfacción necesaria que deseas de todo ello. Un día es un día, pasa rápido, casi sin darse cuenta, porqué no le damos su importancia, no creemos que puede ser el último de nuestras vidas, nos creemos que nos quedan muchos por vivir, por favor no lo hagan, un solo instante puede cambiar nuestra existencia y en ese traspaso a nuestra próxima forma de vivir (Me refiero a lo etéreo de nuestras almas), pasan por nuestro cerebro en forma rápida todas las imágenes de nuestra vida y nos damos cuenta de lo tontos que fuimos al desperdiciar tantos días de nuestra propia vida y cuánto nos quedó por hacer o decir. Nos arrepentimos de no vivir cada día cómo si fuera uno menos que nos queda, nos enojamos por no decidir cada día al despertar cómo queríamos vivir nuestro tiempo prestado. Esto es una reflexión para hacerlo e iniciar este pequeño ejercicio cada mañana disfrutando el hecho de estar vivos.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *