SAMATO

Por Santiago Martinez Torres

Seguir adelante.

Esto no es una frase, es un fin para todos los seres humanos que entiendan como es la vida, una unidad de tiempo perecedera, que no perdona el tic tac de los relojes, solo te conduce al siguiente segundo, minuto, hora o día. Pase lo que pase tú debes tener un objetivo definido, avanzar, avanzar y seguir avanzando. Y cada paso que das es una nueva oportunidad para hacerlo, para poder luchar sin desfallecer, buscar tus metas, conseguirlas, valorarlas y entender que no son un regalo de la suerte o del momento, que son la consecuencia de tu voluntad, de tu quehacer diario, del no rendirte nunca, de levantarte sin juzgar las consecuencias de tus caídas y seguir avanzando sin rendirse, en pocas palabras seguir adelante, no desfallecer, confiar en ti y seguir sin dudar, siempre adelante.

“LA PEOR BATALLA ES AQUELLA QUE NO NOS ATREVEMOS A LIBRAR”.

Les expresare una serie de puntos para encontrar una fórmula para seguir siempre adelante, primero en forma individual, familiar, social y laboral.

1.- Aprende de la historia, incluida la tuya.

Hoy, gracias a las comunicaciones y las redes, podemos casi consultar todo, por lo que a la hora de tener un problema que nos pueda afectar en el camino a seguir, lo podemos vivir en voces, estudios o escritos de otras personas o entidades que hayan sido afectadas y por ende recibir una lección que nos dé soluciones para que el problema u obstáculo a enfrentar pueda deteriorarse con los nuevos conocimientos adquiridos. La historia y lo hemos visto miles de veces se repite en ciclos constantes, los humanos no lo aprendemos y seguimos repitiéndola y cayendo en los mismos errores, pagando de nuevo las consecuencias, creyendo que lo que sufrieron los demás no es posible que suceda en nosotros, un error que repetimos constantemente. También nosotros tenemos nuestra propia historia, y cómo todos también tenemos la tendencia de tropezar más de una vez en la misma piedra. Este tipo de situaciones adversas, pueden cambiar totalmente si las vemos como la escuela de la vida a la que asistimos día tras día y aprendemos de ellas, valoramos la lección y la aplicamos desde ese momento a nuestra vida, haciendo que no se repita y no nos impida seguir avanzando.

“HAY MUCHOS FRACASOS QUE LLEGAN POR NO DARSE CUENTA DE LO CERCA QUE ESTAMOS DEL ÉXITO”.

2.- Soy culpable, no sirvo para nada.

En muchas de las ocasiones en las que tenemos un fracaso, actuamos por lo general con dos tendencias diferentes:

2 a.- Buscando o encontrando quien tiene la culpa de lo sucedido, lo acontecido, el fracaso generado siempre tiene un culpable y ese no soy yo, es el resultado que ofrece tu mente a lo acontecido. Tú no tuviste nada que ver, eres inocente, el, ella, la familia, los amigos o el trabajo fueron los causantes de lo ocurrido, y ahora parece que quieren que tú y nadie más pague los platos rotos, no se vale. De verdad crees que es así, ¡¡por qué, pienso, que voy a decepcionarte!!, yo no pienso igual, cuando hay un fracaso, todos son culpables, no hay nadie inocente, todos deben, si son amigos de su conciencia entender que, en el tiempo inherente desde el inicio hasta el final, siempre en algún momento tuvimos la oportunidad para frenarlo y que no tuviera las consecuencias finales.

2b.- Aceptando la responsabilidad que nos corresponde, entendiendo, que desde el primer momento que percibimos que se generaría un problema mayor, hicimos todo lo que estuvo de nuestro alcance para que no sucediera, asumiendo las decisiones que tomamos para evitarlo y responsabilizándonos de las mismas, las consecuencias de lo acontecido se enfrentan mejor cuando sabes que pusiste todo de tu parte y eso evita que no puedas seguir avanzando, por lo contrario te da fuerzas para enfrentar las veces que sea necesario este tipo de situaciones buscando siempre mejorar los resultados de tu última experiencia. Lo cierto cuando se actúa de esta forma el daño colateral que pueda representar en uno mismo, es mínima, no hay pérdida de autoestima y por lo mismo tampoco en la moral, ni la actitud.

“CONFÍA EN LO QUE HACES, TRABAJA PARA LLEGAR A TU META Y SI UN CAMINO NO TE LLEVA HACÍA DÓNDE QUIERES IR, CÁMBIALO Y ENCUENTRA UNA NUEVA RUTA”.

3.- Perdona y se capaz de olvidar.

Esta es una acción extremadamente difícil, cuando tomamos la decisión de perdonar, debemos preguntarnos si somos capaces también de olvidar. Solo el perdón, aunque es importante no basta, es insuficiente, y este hecho si no es con la concesión del olvido, nos impide avanzar, nos estanca y nos deja inmovilizados. Recuerden, nuestras mochilas deben estar siempre vacías, para evitar el peso que supone las cargas que todavía no hemos podido eliminar, es ahí donde nace la importancia de desterrar de nuestras vidas el odio, el rencor, el señalamiento, la venganza, la mala vibra y todos los sentimientos negativos que se nos vengan a la mente, nuestra conciencia debe estar limpia, fresca, debe renovarse cada mañana al despertar, perdonar inclusive por adelantado y empezar a caminar, siempre adelante. Les repito una y mil veces, de nada sirve perdonar, si no eres capaz de olvidar. Una y otra vez les repetiré, deja este lastre en la nada, en la no existencia, en el cero absoluto.

“EL PRIMERO EN PEDIR DISCULPAS, ES EL MÁS VALIENTE. EL PRIMERO EN PERDONAR, ES EL MÁS FUERTE. EL PRIMERO EN OLVIDAR ES EL MÁS FELIZ”.

4.- No te entretengas, deja de buscar explicaciones.

Cuando avanzamos, seguimos adelante, no nos detenemos, no necesitamos buscar explicaciones, tenemos claro nuestro objetivo y lo perseguimos con ahínco hasta conseguirlo, habrá mucha gente que nos querrá frenar, que nos pedirá explicaciones. Pregúntate ¿De qué? El que emprendió el camino eres tú y nadie más que tú, el que decidió, inició y empezó todo para llegar dónde pretendes, tú y nadie más. Tú fuiste quien se hizo todas y cada una de las preguntas que debías contestar antes de iniciar, ninguna te freno, ninguna te hizo parar ni olvidar tu andar emprendido, y eso es lo importante, tu convencimiento, tu fe, tu arrojo, tu voluntad, tu actitud, de avanzar sin mirar atrás, sin detenerte, sin dudar, solo con tu mirada fija hasta dónde debes llegar en esta etapa que te marcaste.

“LA VIDA ES COMO UNA BICICLETA: DEBES PEDALEAR CONTINUAMENTE PARA MANTENER EN EQUILIBRIO”.

5.- No te rindas. Aprende del dolor.

Habrás aceptado por los puntos tratados hasta el momento, que todo esto no es una situación fácil, contando con el entorno actual, tanto individual, cómo familiar, social, político o incluso laboral, no son los más adecuados para adquirir retos, marcar diferencias y ser líder contigo mismo. Ahí alrededor de ti mismo están los obstáculos que intentan interferir contigo, con tus pensamientos positivos que hacen que nunca te rindas y siempre día tras día reinicies tu lucha individual para seguir siempre adelante. El éxito lo he dicho siempre en mis charlas, no depende de las veces que tropieces, sino de la fuerza con la que te levantas de ellos. Debemos aprender a sufrir, a soportar el dolor, aprender de él, saber que existe y que lo podemos superar y fortalecernos de ello, saber que esto nos hace más fuertes, mejores y por ende gente con capacidad para seguir avanzando, sin rendirse, sin pedir tiempo ni pausas, enfrentado el siguiente segundo y dando un paso más.

“LEVÁNTATE UNA Y OTRA VEZ Y ACABARÁS CONVIRTIENDO TU PARTE DÉBIL EN TU FORTALEZA”.

6.- Aprovecha tu momento.

Cuando ya has aprendido a avanzar, las cosas empiezan a verse de diferentes colores, debes  aprovechar tus oportunidades, bien dicen que, en río revuelto, hay ganancia para los pescadores. Y sí, sí la hay, para aquellos que se han fortalecido, para aquellos que iniciaron su caminata y nunca la dejaron, que se hicieron gente diferente, que aprendieron y que ahora saben navegar en el rio o el mar que los pongan. Nosotros, sin querer menospreciar a nadie, somos otra raza, una raza que no se intimida, que no se amilana, que no se rinde, que aprovecha sus oportunidades y sigue avanzando hacía otra meta.

“LA VERDADERA GENEROSIDAD HACÍA EL FUTURO CONSISTE EN ENTREGARLO TODO AL PRESENTE”.

REFLEXIÓN:

Creo que estaos puntos son muy importantes para entenderlos y enfocar nuestra vida desde otra óptica. No hay resultados sin sacrificios, es algo que debemos entender, pero alcanzar metas no es fácil, requiere de muchos esfuerzos, de una convicción infranqueable a cualquier ataque exterior, requiere del convencimiento pleno de que es el único camino firme a seguir, el que al final nos dará los resultados y el bienestar que nos merecemos.

Hoy más que nunca debemos estar convencidos de lo que hacemos, de lo que hemos iniciado, de esa formación personalizada que aceptamos por nosotros mismos con todas las consecuencias de nuestro libre albedrío en pro de vivir nuestra vida con una conciencia tranquila, conocedora de que todo lo que obtenemos es a través de nuestro esfuerzo, nuestra dedicación, nuestra voluntad, nuestro trabajo.

“Detrás de tus sentimientos y pensamientos, hermano, se oculta un maestro más poderoso, un sabio desconocido: se llama tú mismo”. Friedrich Nietzsche (Filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, 1844-1900).

Hoy todos los componentes de grupo Líder debemos de nuevo, y después de varios periodos de formación individual y colectiva, levantarnos, alzar nuestras voces y generar este grito que nos une, ahora que hemos empezado a avanzar.

HOY, AQUÍ, AHORA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *