SAMATO

Por Santiago Martinez Torres

Presente y Futuro

Siempre he querido ser claro a la hora de platicar con amigos y colaboradores, la situación actual es alarmante, aunque esta palabra ya no impresione a nadie, la esperanza de la vacuna es en sí positiva, pero dadas las medidas tomadas para que esta llegue a todos los ciudadanos del mundo es lenta. La logística que se emplea está llena de obstáculos que impide una acción masiva rápida y eficaz. Esto y teniendo fe en su aplicación nos llevará hasta finales de agosto o septiembre si nos va bien, además de tener en cuenta una buen numero de ciudadanos opuestos a ella, que seguirán siendo armas letales para la sociedad. En pocas palabras es más que posible que los problemas que hemos venido sufriendo durante el 2020, continúen durante el presente año.

Las consecuencias serán nefastas, la ya deteriorada economía sufrirá una depresión nunca vista, el desempleo generado por el cierre generalizado de todo tipo de negocios será realmente alarmante, todo ello añadido a las situaciones morales y emocionales producidas por los contagios y muertes por la pandemia que probablemente alcanzaran los 3 millones de humanos en todo el mundo (un millón y medio en la actualidad).

La verdad es que viendo estás cifras y escuchando y reteniendo algunas frases de líderes morales e influyentes en nuestro planeta, como Ted Turner (fundador de la cadena internacional de noticias CNN) “Necesitamos reducir la población a 2 mil millones y tener una política de 1 niño por familia durante 100 años”. O bien, Henry Kissinger (consejero político y ex secretario de estado de USA): “Si mucha gente va a morir cuando se establezca el Nuevo Orden Mundial, pero será un mundo mejor para los que sobrevivan”. Otra opinión a tener en cuenta es la de Bill Gates (Magnate de Microsoft): “Tenemos una sobrepoblación, el mundo tiene 6,8 millones. Eso se dirige a unos 9 mil millones. Ahora si hacemos un gran trabajo con vacunas, atención medica y servicios de salud productiva, la podríamos reducir en, quizás un 10 o 15 %”. Y no podemos olvidarnos de David Rockefeller (banquero y magnate del petróleo): “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”. Por último, les ofrezco las palabras de Christine Legarde (presidenta del Banco Central Europeo, ex directora del Fondo Monetario Internacional-FMI): “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y ya!”. Después de estas declaraciones se me hace muy difícil creer que está pandemia no ha sido creada y generada por estos u otros de mayor trascendencia buscando lo que ellos llaman un Nuevo Orden Mundial, en donde ejerzan el total control de nuestro planeta.

Con todo ello no quiero alarmarlos, sino prepararlos para lo que se nos viene encima, las restricciones de todo tipo permanecerán en según cada país, pero serán medidas extremas tratando de combatir los contagios a pesar de las campañas de vacunación, siento que hasta dentro de unos 4 o 5 meses podremos regresar a una relativa normalidad para gozar de libertad de tránsito, por lo que tendremos que emplear toda nuestra imaginación, esfuerzo, y capacidad para poder mantenernos y seguir adelante, después de ahí deben tener en cuenta lo comentado sobre una crisis mundial, una base inimaginable de gente con bajos recursos, un estado de inseguridad social alarmante que desbordará en muchos países sus medios de control, para que puedan tener una idea, las muertes por homicidio intencional en el mundo han sido en el año 2020 de 463,821 personas (datos de la ONUDD), por lo que estás cifras por descontado se dispararían en el presente años y los subsecuentes,  yo le calculo cómo mínimo unos 3 o 4 años en este tipo de situación en dónde la humanidad deberá apelar a la conciencia, por desgracia se perderán multitud de valores morales y en una gran mayoría de casos se romperán vínculos como la religión, la familia, la sociabilidad y la amistad. La frase de todos unidos somos más fuertes perderá vigencia en muchos lugares y la ley del más fuerte o del que tiene más recursos empezará a imponerse.

Nos acercamos quizás a una revolución mundial de la sociedad, quizás a una guerra, o a la determinación de los líderes mundiales de generar un genocidio que permita el control del mundo. La verdad no lo sé, pero ese futuro que visualizo me da miedo y me es difícil de entender. Son muchas las soluciones que sin afectar a la actual población se pueden tomar, es claro que se necesita coherencia y sacrificio, pero son factibles.

Espero cómo producto de la inteligencia del ser humano y del pensamiento de que lo bueno debe prevalecer sobre lo malo, que en unos 3 o 4 años regresemos a una sociedad productiva, capaz de haber aprendido la lección , pero con conceptos muy diferentes de vida, creo que será una generación que tendrá cómo misión disfrutar, no perder el tiempo, vivir al máximo, la explosión del todo se puede mientras sigas las reglas, el no generar responsabilidades, en ser libres cómo tales a nivel individual para poder gozar sin limites ni compromisos, la igualdad real entre hombres y mujeres, la deflación en los nacimientos y la desaceleración del crecimiento de la masa poblacional.

Espero que esta forma de pensar sobre el presente y el futuro de todos nosotros les sirva y los pueda preparar para lo que creo sucede y sucederá, he queridos desmarcarme de complots, o realidades sobre el Covid -19 y enfocarme solo en lo que está ocurriendo. Tampoco he querido hacer mención sobre otros problemas que tenemos con nuestro planeta y que todos conocemos, que también afectan directamente nuestras vidas y sobrevivencia.

Mi consejo es que no perdamos nuestra humanidad, que sepamos entender, sobre todo perdonar, que nos fijemos en lo que podemos hacer por nosotros mismos, tratando de contribuir a que los daños que estamos sufriendo sean lo más pequeños posibles, en el puesto que nos toque ocupar, debemos ser imaginativos, creativos, capaces, constantes, seguros y sobre todo debemos ser personas que no nos rendimos, que siempre vemos una rendija para sobrevivir y hacer que sobrevivan los que hoy están peor que nosotros.

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