A lo largo de estos días en los que el virus Covid-19 ha sido el actor invitado, nos hemos dado cuenta de que estamos solos. Nuestra supervivencia depende única y exclusivamente de nosotros, nadie de nuestras autoridades te va a ayudar, eso si, te dará miles de recomendaciones para que puedas cuidarte tu mismo.

Te falta trabajo ? Pues a ver cómo le haces, porqué no hay, una gran parte de los negocios, más del 60% están cerrados y quien sabe si vuelvan abrir.

Necesitas atención médica? Búscale, porqué no hay hospitales con camas disponibles, la mayoría incluidos los del Seguro Social rechazan a los enfermos y su personal de atención debido a las escasas medidas de seguridad y prevención evitan cualquier contacto.

Tienes hambre? lo siento pero no hay comedores para atención a la población, sobre todo las zonas más afectadas, ni tampoco hay despensas de los básico, frijol, arroz y aceite.

No tienes dinero? Ándale a ver quien te presta o te permite empeñar tus bienes con intereses elevados y bajo la premisa de perder lo que es tuyo.

Eso si, que de peroratas nos han dado¡¡¡, medidas restrictivas, cierre del comercio, amenazas ante posibles infracciones sobre las prohibiciones y medidas sanitarias,cierre de todos los puestos informales de comidas y un inquietante repetitivo de «QUÉDATE EN CASA».

En que quedamos, no hace tanto, teníamos a nuestro presidente, diciendo, besos y abrazos, vayan a fondas y restaurantes, estoy comiendo con Doña Cholita, aquí tenemos una vacuna que se llama escapulario, los mexicanos gozamos de una constitución que rechaza este virus. estamos haciendo las cosas bien y controlamos la pandemia. Bla…bla….bla…y mas palabras sin dar una sola solución en la que seamos ciudadanos considerados para solventar nuestras necesidades reales para poder sobrevivir.

No les quepa la menor duda, ESTAMOS SOLOS.

Así que hagamos conciencia común, solo unidos podremos salir adelante. Ayudémonos en lo que podamos, cada quién en el círculo que le corresponda, ahora es el momento de demostrar nuestra humanidad.


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