Nueva Delhi.
Creo que cuando se cumple cierta edad y se puede, uno de los mejores placeres es viajar, esta vez mi eterna pareja terrenal y un servidor decidimos visitar India y Nepal, la atracción hacia estos países creo que es algo que se respira desde que pronuncias sus nombres, su pasado es tan rico y abundante que parece que quisieras que el tiempo se acortara para poder estar presenciando ya lo que has previsto visitar.
Tengo que reconocer que nuestro recorrido fue de menos a más, Nueva Delhi nos recibió tal y como se muestra ante sus ciudadanos, un concierto constante de cláxones que interpretaban el despertar de la ciudad transitada por una marabunta de vehículos que circulaban sin orden ni concierto y con casi una ausencia total de semáforos, sin reglas, bueno quizás una de alta importancia, las vacas van primero. La verdad es que la capital de este país se está volviendo inhabitable, la contaminación empieza a ser un problema real, de tal forma que es difícil ver un amanecer por la densa niebla producida por los gases que se expiden, la ciudad tiene diferentes zonas en las que se nota las diferencias sociales que van desde la pobreza extrema hasta la riqueza sin límites.
Afortunadamente no viajamos en un tour, tuvimos la suerte de tener chofer y guía durante toda nuestra aventura, que podían mostrar la realidad de estos dos países.
Nuestra primera visita fue a Kingdom of dreams, un espectacular lugar en donde uno puede cenar entre tiendas y construcciones típicas, el final es espectacular con un espectáculo de una calidad musical al mejor estilo de Hollywood. Fue un inicio espectacular que empezó a mostrarnos muchas cosas más de las que se perciben en tu mundo normal.
En nuestros dos días pudimos visitar el Fuerte Rojo, una maravilla arquitectónica con grandes jardines y edificios de todo tipo en el interior de sus murallas, la quizás de las más grandes que se puedan ver con una capacidad para 25 mil creyentes, los patios repletos de fieles, ya fuera rezando o durmiendo, a la espectacular estructura se unía la suciedad y la falta de mantenimiento como algo usual, las visitas deben estar descalzas y usar lo hábitos sobre todo las mujeres de la religión islámica, la zona en la que está situada te hace destacar la forma de vida en sus alrededores, la mayoría musulmana, un avispero de gente circulando y conviviendo entre calles estrechas, carros, bicicletas, taxis de todo tipo, cables de luz enredados en cada esquina, tomas de agua para que puedan abastecerse, pasadizos y tiendas de todo tipo. Imposible de entender para nosotros que montamos en un triciclo para recorrer la zona en plena agitación y por el que dimos las gracias cuando termino el recorrido.
La Tumba de Humayun fue una de nuestras primeras sorpresas, un edificio sin mármoles que te recuerda el Taj Mahal construido con tierra arenisca, un ejemplo del arte mongol, raza que estuvo dominando la India por extensos periodos. Visitar el Templo de Loto nos dio una imagen de arquitectura moderna, un lugar de numerosas visitas en donde tienen cabida todas las religiones, su nombre original, la Casa de adoración de Bahá´i, hasta la fecha más de 50 millones de turistas lo han visitado, creando una sensación de energía y humanismo poco frecuente.
No pudimos de dejar de visitar la puerta de la India, una especie de arco de triunfo, construida en un homenaje a los 90 mil soldados que perecieron en las guerras afganas y la primera guerra mundial. Una construcción iniciada en 1921 y finalizada en 1931. En sus paredes y en inscritos en mármol negro los nombres de los fallecidos. Las flores que siempre están en su alrededor le dan un aire oportuno a este ritual de recuerdo.
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Nos fuimos satisfechos y emprendimos viaje al interior, el trato que recibimos siempre fue exquisito, quizás nos faltaron lugares para visitar, aunque no he constatado todos, dando espacio a los que creo que fueron trascendentales, las construcciones están a tu alrededor y aparecen en tu recorrido cuando te pasean por el barrio de las embajadas, o puedes visitar el Qutab Minar, los Lodi Gardens o el templo de Akshardham, La ciudad es muy grande, se calcula más 80 millones de habitantes si se contabilizan sus alrededores que son parte integrada.
Hoy hable de Nueva Delhi, pronto escribiré sobre Varanasi.
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