Agra y Jaipur.
Hablar de Agra, es pensar en Taj Mahal, la gente acude a visitar esta maravilla del mundo, reflejo y monumento hecho al amor, construido entre los años 1632 y 1653 a orillas del río Yamuna, una inversión realizada por el emperador musulmán Shah Jahan de la dinastía mongol en honor de su esposa favorita Muntaz Mahal fallecida en el parto de su décimo cuarta hija.
En este edificio, instalado dentro de 17 hectáreas ajardinadas y amuralladas con diferentes construcciones en total armonía, con una simetría perfecta, contiene parte de las arquitecturas islámica, persa e incluso turca. En 1983 fue reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad por ser la joya del arte musulmán en India. En 2007 fue designado como una de las siete maravillas del mundo. El poeta Tagore la describió como: “una lagrima en la mejilla del tiempo”.
Entre 7 y 8 millones de personas visitan este mausoleo anualmente.
El Sha Jahan cayó enfermo poco después de terminados los trabajos, en 1658 fue encerrado en el fuerte de Agra, desde dónde veía diariamente el lugar donde estaba enterrada su amada. Al otro lado del río intento realizar otro obra igual, pero utilizando mármol negro, algo y que por su costo no se dio y que su hijo Sha Shuja no quiso continuar.
Agra fue la capital del imperio mongol entre 1556 hasta el 1658. Fundada entre 1501 y 1504 por Sikandar Lodi. En esta ciudad se pueden visitar 2 mausoleos más, aunque están opacados por la belleza del romántico Taj Mahal, levantado entre los años 1600 y 1613 se encuentra la tumba de Akbar el Grande distinguido por dos hermosas columnas simétricas en los laterales del edificio, mientras que en los años 1622 al 1628 se construyó el dedicado a Itimad-Ud-Daulah, un edificio blanco de 4 cúpulas al que popularmente se le denomina el pequeño Taj.
No puedes irte de Agra sin visitar su fuerte, también llamado Rojo por ser el color que se ve a primera vista, es el más grande del país construido con arenisca roja en 1573 por el emperador Akbar. En su interior se encuentran diferentes palacios, aunque el lugar en donde se encuentra una mejor sensación son las habitaciones en donde estuvo encerrado el Sha Jahan hasta su muerte, desde ellas se ve el Taj Mahal, al contemplar esta vista puedes sentir en tu interior y tratar de suplementarlo a la hora de experimentar lo que fueron en su día sus sentimientos.
Al salir de Agra, fuimos a visitar directamente el Fuerte Ambar, situado a unos 13 Km en lo alto de una colina, construida originalmente por lo Meenas, quienes consagraron la ciudad a la Diosa Madre, conocida como “Gatta Rani” o “Reina del Pasado”. En su interior diversos palacios muy al estilo de los mongoles, con pasos estrechos para fortalecer su defensa y muchos pasadizos por donde comunicarse, lo más visitado es el vestíbulo de los espejos, donde una sola vela podía iluminar el total de la habitación. En principio teníamos que visitar este fuerte, montados en elefante, pero las festividades que se realizan anualmente en toda la India en los finales del mes de Octubre lo impidieron.
Al terminar nos dirigimos a Jaipur, había en nosotros una sensación de ir de menos a más, en este lugar debíamos realizar un viaje en globo aerostático, algo que mi esposa y un servidor nunca habíamos hecho. La verdad es que fue sensacional, la vista de todos los alrededores desde una altitud que por momentos llego a alcanzar los mil metros, una experiencia que estoy seguro que volveremos a repetir, aunque no sea en este país, sacamos multitud de fotos y fuimos recibidos en nuestro aterrizaje por una multitud enorme de habitantes del lugar que supongo no habían visto un globo de este tipo cargado con 17 personas. Por momentos hasta nos vimos agobiados al no tener espacio por donde descender. Al final todo término bien gracias a la intervención de nuestro capitán, por cierto un español de la ciudad de Madrid.
Nuestra visita continúo por la ciudad conocida como rosa, la capital de Rajistan con más de 3 millones de habitantes. Visitamos el Hawa Mahal, también llamado Palacio de los Vientos, en sus inicios formaba parte del palacio de la ciudad y era el lugar en donde se alojaban las concubinas, su construcción recuerda la cola de un pavo real, muy populares en toda la nación, o bien un nido de abejas, algo curioso es su cambio de colores según el transcurrir del día.
Pudimos visitar también el Palacio de Jaipur, el Jal Mahal, el templo de Birla Mandir, aunque lo que más nos impresionó por lo novedoso fue el Observatorio de Jantar Mantar, nos sorprendió el poder ver uno de los cinco construidos en la India por el marajá Jai Singh en 1728, en Julio de 2010 fue considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Está integrado por uno veinte instrumentos en obra de albañilería que fueron innovadores en su tiempo, tanto en los planos arquitectónicos como técnicos. El Jamtar Mantar es un fiel reflejo de las concepciones cosmológicas y los conocimientos astronómicos de los sabios de aquel entonces.
La India quedaría atrás después de esta visita, nos esperaba Nepal.
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